
La comunidad raizal y su participación
Por medio de la lectura de los documentos públicos del departamento de San Andrés y Providencia se identificaron falencias en la labor gubernamental con la población raizal y comunidad local. Por ejemplo, el municipio no evidencia la existencia de programas o proyectos de iniciativa propia para promover la identidad étnica raizal, a excepción del convenio con la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Asociación de Alcaldes de Municipios con población afro-descendiente, en el marco del cual se elaboró el diagnóstico de la población raizal de Providencia, para la formulación de políticas con enfoque diferencial (Concejo municipal de Providencia y Santa Catalina, 2012).
A pesar de los esfuerzos del gobierno por involucrar a la comunidad en procesos participativos para la toma de decisiones, los habitantes aún no demuestran su total involucramiento debido a que no se les ha garantizado su total participación en las decisiones gubernamentales, desencadenando en un sentimiento de exclusión por parte de la población. La labor de los representantes no ha sido efectiva, dando lugar a las siguientes problemáticas: el “empobrecimiento” general de la población, problemas en la cobertura y calidad de la salud y educación, derecho a la libre enseñanza frente a su lengua, la desterritorialización, la reducción de oportunidades y desaparición de los sectores primarios de la economía de los raizales, entre otras (Ministerio de Cultura, 2010).
A través de la recolección de información en el territorio durante los primeros días del mes de octubre de 2014, se pudo ampliar el panorama real actual en el que se encuentra la comunidad del municipio de Providencia y se logró evidenciar que los raizales sienten cierto grado pertenencia con el territorio colombiano. Sin embargo, creen que las estrategias del gobierno son poco aterrizadas a su realidad y bienestar (M. Cotrell, comunicación personal, 02 de octubre del 2014 ).
Por otra parte, es evidente que la falta de regulación estatal ha dado lugar a la informalidad de las empresas, limitando a la comunidad de recibir las prestaciones sociales y así afectando su calidad de vida. Asimismo, la baja presencia y actividad gubernamental ha podido ser un detonante más para que la comunidad esté comenzando a sumergirse en actividades ilícitas como el narcotráfico (A. Howard, comunicación personal, 6 de octubre del 2014).
